¿Quién no ha oído hablar del twerking hoy en día?
Este sensual baile, que han popularizado muchas famosas, es ya mundialmente practicado por públicos de todas las edades, pasando a ser un tipo de danza más.
Pero, ¿en qué consiste realmente el twerking? La palabra es la unión de ‘twist’ (retorcer) y ‘jerk’ (otro estilo de baile). Se originó en América del Norte, y tiene orígenes en la cultura africana.
Es un tipo de baile donde trabajarás movimientos de cadera hacia adentro y hacia fuera de manera repetida al ritmo de la música. Se baila de múltiples formas, incluso llegando a mantenerse boca abajo en vertical, con los brazos en el suelo, en cuadrupedia… Por lo que resulta un ejercicio físico bastante completo.
¿Qué beneficios contempla la práctica del twerking?
• Estiliza las piernas. El hecho de trabajar prácticamente todo el rato en posición de semi sentadilla y con la cadera baja propicia que los músculos de las piernas sean estimulados, aumentando su fuerza y estilizandolas.
• Tonifica el abdomen. Los movimientos que se realizan y las posiciones mantenidas permiten que el vientre se tonifique y mejore su firmeza.
• Esculpe los glúteos. Evidentemente, estos músculos son unos de los que más se benefician al llevar a cabo esta actividad. El movimiento permite que se aumente la firmeza y el aspecto del trasero, realzándolo y haciéndolo más atractivo.
• Pérdida de peso y/o grasa. El ejercicio cardiovascular que se lleva a cabo permite la movilización de la grasa localizada y ayuda a mejorar el aspecto del cuerpo y el correcto funcionamiento del sistema cardiorrespiratorio.
• Mejora la circulación y tonificación de la zona perineal. El movimiento aumenta la tonificación de esta zona, con lo que se disminuyen los posibles dolores de la menstruación y otras molestias que aparecen en la menopausia.
• Disminuye el estrés. La liberación de hormonas como las endorfinas permite disminuir el grado de ansiedad y estrés que se puede presentar en la vida cotidiana.
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